martes, 20 de noviembre de 2012

UNA BUENA INVERSIÓN
“Esta mañana he ido a hacer una gestión a una oficina de la caja de ahorros. Me ha tocado esperar un buen rato antes de que me atendiesen. He aprovechado este tiempo para observar lo que pasaba a mi alrededor.
¡Que ajetreo!
Gente que entra y sale constantemente. Gente que se dirige directamente a las maquinas electrónicas para sacar dinero, para actualizar su libreta, etc.… gente que va a un departamento pidiendo el certificado de los intereses para hacer la declaración de renta. Gente que, en otra sección es informada sobre las diversas modalidades de imposición y de la rentabilidad de cada una de ellas. Gente solicitando préstamos, avales bancarios, etc...
Un cartel promete, por dinero depositado por un largo tiempo, un 2% si se cobran intereses cada mes; un 11.5% si se cobran una vez al año, y hasta en 12% o un 13% si…
¡Hay otra manera de invertir!
Pero de esta “inversión” no me ofrecen ninguna información, en esta oficina ni en ninguna oficina de cajas o bancos. De las computadoras que hay en esta oficina, -Y son muchas- ninguna dispone del programa adecuado para operar según este tipo de inversión. Es una inversión que da una rentabilidad colosal insuperable. ¡Y  sin ninguna retención por parte de hacienda!
Las condiciones para hacer esta inversión son: que se haga “a fondo perdido”, aceptando cobrar los “intereses” cuando se acabe la existencia terrenal; y que se haga en secreto, procurando que la mano izquierda no sepa lo que hace la derecha.
En esta inversión tan original, se aceptan dinero, oración, coherencia de vida, humildad, sencillez, trabajo a favor de la defensa y promoción de los derechos humanos y de la justicia… Resumiendo: se acepta todo aquello que uno realiza movido únicamente por el amor y sin “pasar ningún tipo de factura”.
Se trata ciertamente, de una inversión a largo plazo. Sin embargo, el que invierte de esta manera ya recibe en esta vida unos “anticipos” de alegría, gozo, paz…que superan con creces el valor de lo que se ha invertido.
Es el mismo Señor quien nos hace esta oferta: “Os lo aseguro: no hay ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, padre o madre, hijos o tierras, por Mi  y por la Buena Nueva, que no reciba en este tiempo el ciento por uno…y en el mundo futuro la Vida Eterna” (Mc 10,29-30)
 ¿Quién se apunta?
Solamente la fe y el amor son capaces de animarnos a hacer esta inversión y de darnos  fuerzas para continuarla.
Jaume Capalans.

 

 

lunes, 12 de noviembre de 2012


¡FELICIDADES!
Sí. ¡FELICIDADES! Y no pongas esa cara.
Hoy no es Navidad, ni año nuevo, ni tu cumpleaños
Hoy es un día normal, pero un día para ti. ¡Qué suerte!
Felicidades, porque estas vivo: respiras, caminas, tienes hambre y alimentos con que saciarla, tienes sed y fuentes donde beber.
Tus ojos están abiertos para percibir el brillo de mil colores.
Tus ojos registran los sonidos más variados.
Tu tacto, tu piel, experimenta el escalofrío de mil sensaciones. ¡Felicidades!
En tu interior se despierta una constelación de sentimientos, de ideas, de preguntas y respuestas, de palabras y de silencios. ¡Felicidades!
Felicidades porque vives ahora y aquí; porque eres capaz de amar y ser amado, de gozar de paz y de darla.
Felicidades porque poco a poco, con algún sufrimiento y con alegrías, vas construyendo tú vida, en el día a día.
¿Verdad que vale la pena que te feliciten aunque no sea un “día especial”?
Pero, ¿Quieres  decir que hoy no es un “día especial”?
Tienes a tu lado personas que te aman y a las que amar.
Tienes, tienes, tienes….amplia tu mismo la lista
¿O te falta alguna cosa? 
¡Felicidades! Y no te agobies por el mañana.
Vuestro Padre del cielo ya sabe lo que necesitas.
No se preocupen por el mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. A cada día le basta su propio quebradero de cabeza (Mt 6, 32-34)
Si, ¡Felicidades! Vive hoy. Y recuerda “no es feliz el que hace lo que quiere, sino el que quiere lo que hace”. 
Vive en plenitud. Se positivo. Haz el bien y piensa que eres la persona más afortunada del mundo.