viernes, 28 de febrero de 2014



 
Dialogando con un peregrino.
- Detente, amigo peregrino, y dime en voz alta tu mensaje; ¿por qué dejas tu castillo de marfil, tu casa, tu seguridad, tu familia y sales a recorrer los caminos polvorientos de la vida y te detienes cada vez que encuentras un ser humano?... 
 - Porque quiero airear mis sentimientos y razones de vivir. Porque intento confrontar mi verdad con las verdades de los demás. Porque deseo compartir mis dudas con las certezas & los demás. Porque quiero presentar mis certezas a las dudas de los otros. Porque en el esfuerzo del caminar se reencuentra la libertad de los hombres libres. Porque sólo el caminante tiene la esperanza de poder llegar a la meta.... 
 Porque el polvo del camino, las sandalias de los pies, el morral a la espalda, el contacto con la gente, mantienen en mí el corazón joven, que renueva mi vida a diario. 
 Porque tengo un mensaje que intento gritar, mientras camino sin volver la vista atrás... 
 - Amigo peregrino, sigue tu camino y sigue sembrando tu mensaje en las tierras fértiles de las vidas jóvenes que buscan autenticidad, en la libertad. No detengas tus pasos, no dejes ensuciar los campos con semillas de maldad.